Las listas de espera para acudir a las consultas supera los tres meses. Optan por estas sesiones personas jóvenes con una elevada adicción.

El Periódico de Aragón. 19 de enero de 2010

La previsión de endurecer la ley antitabaco prohibiendo fumar, a lo largo del año 2010, en lugares públicos ha animado a muchos a dejar el tabaco. Al menos eso se desprende de los datos de la Unidad de Tabaquismo de la Universidad de Zaragoza y de la Asociación para la Prevención del Tabaquismo en Aragón (APTA), que desde diciembre han visto como las consultas para dejar de fumar se han incrementado en un 30%.

De hecho, actualmente hay una lista de espera de tres meses para poder acceder a la terapia que proporciona la Facultad de Medicina, gratuita y financiada por el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza, y APTA que tiene cuatro consultas en la comunidad --en Zaragoza, Huesca, Teruel y Calatayud--.

"Ya en diciembre notamos un repunte importante de la demanda. Hemos pasado de dos meses de lista de espera a tres. Es habitual que en septiembre y enero notemos un incremento porque la gente hace buenos propósitos, en los que se incluye dejar de fumar. Este año el incremento ha empezado antes", explica Isabel Nerín, médico, psicóloga y responsable de la unidad de la Facultad de Medicina.

En este dispositivo atienden a una media de 500 personas cada año, que siguen alguno de los tratamientos que oferta la unidad. Este se desarrolla en grupos o individualmente y está adaptado a las necesidades de cada persona. Se utiliza terapia psicológica (cognitivo-conductual), complementada, si es necesario, con tratamiento farmacológico. En Apta, durante el pasado año, se atendió a más de 680 personas.

"Realizamos una historia individualizada a cada paciente. El tratamiento se prolonga durante tres meses en sesiones grupales o individuales. Se suelen realizar unas nueve, luego hacemos una sesión de seguimiento a los seis meses y, a veces, cuando pasa un año", asegura Nerín.

EL PERFIL Las personas que suelen acudir a pedir ayuda a la unidad suelen tener un elevado grado de adicción. Son personas que todavía no han padecido ninguna enfermedad relacionada con el tabaco, a pesar de que llevan muchos años fumando y de que consumen muchos cigarrillos al día.

El nivel de dependencia de una adicto al tabaco se mide en una escala del 1 al 10 mediante un test con seis preguntas. De ellas, dos cuestiones son fundamentales: el número de cigarrillos que se consume al día y cuánto tiempo pasa desde que se levanta de la cama hasta que se fuma el primer cigarrillo.

A partir de esta primera evaluación se realiza un tratamiento que puede conllevar farmacología, con bupropián y vareniclina. Además, se realiza tratamiento psicológico, que realiza personal médico y licenciados en Psicología, y que consiste en seguir estrategias cognitivo-conductuales. También se vigilan otros aspectos, como el posible aumento de peso.

"Hemos notado que se ha incrementado de forma notable el aumento de peticiones por parte de mujeres, sobre todo en las consultas que tenemos en Zaragoza y Huesca, y que podría ascender al 50% más", explica Pilar Cascán, de la Asociación para la Prevención del Tabaquismo en Aragón.

El servicio que ofrece la Universidad de Zaragoza es gratuito y abierto a toda la población (976 762 515 ). También la Asociación para la Prevención del Tabaquismo en Aragón (Apta) ofrece estas consultas (689 266 728).