Agencia EFE/ El delegado del Plan Nacional de Drogas, Francisco Babín, ha considerado hoy necesario afrontar "en breve" una actualización de la ley española sobre estupefacientes de 1967, entre otras razones, por la irrupción de nuevas sustancias en el mercado.
Babín ha participado en Bilbao en unas jornadas sobre drogas y regulación en Europa y Latinoamérica organizadas por la Cátedra Unesco para América Latina y el Instituto de Drogodependencias de la Universidad de Deusto.
El delegado del Plan Nacional de Drogas ha abogado por reformar la normativa, entre otros motivos, para mejorar los programas sobre daños y riesgos en materia de drogadicción, que tienen que ver, por ejemplo, con la gestión de los programas de sustitutivos opiáceos.
Según ha indicado, cuando comenzó en España la dispensación de metadona los requerimientos "eran leoninos" y hoy en día estas exigencias "no tienen sentido".
Babín, que también ha abogado por regular el sistema de alerta temprana para la detección de nuevas sustancias con potencial adictivo, ha considerado que reducir el número de consumidores de drogas y sus riesgos son las únicas vías para disminuir los efectos negativos.
El responsable del Plan de Drogas se ha mostrado
preocupado por el consumo de nuevas sustancias que "están inundando el mercado" y que en muchos casos no están "nada testadas y comportan muchos riesgos".
Ha advertido de que su consumo supone una "ruleta rusa" para quienes las toman, muchos de ellos "policonsumidores que prácticamente se tragan todo lo que cae en su mano".
Babín ha señalado, sin embargo, que en la actualidad el consumo de nuevas sustancias en España es "relativamente bajo" en relación a otros países europeos.
Sobre el debate en torno a la regulación de las drogas en general y del cannabis en particular, ha abogado por tener en cuenta aspectos de salud pública y ha recordado que existen estudios científicos que muestran las consecuencias negativas del consumo de cannabis, especialmente entre adolescentes.
Según los últimos datos disponibles, correspondientes a una encuesta efectuada en 2012-2013, más de 83.000 adolescentes españoles presentan un consumo de cannabis "problemático", de riesgo.
En 2011, cerca de 13.000 personas fueron tratadas por consumo de cannabis en España. Su perfil responde a un varón de unos 25 años, que ha empezado a fumar a los 15 años, que fuma todos los días y que en muchos casos presenta "policonsumo" (un 80 % consume alcohol y un 30 % cocaína, entre otras sustancias).
El delegado del Plan Nacional de Drogas ha indicado que España es uno de los países con tasas más altas de prevalencia del cannabis del mundo, pese a que el consumo de esa sustancia ha bajado un 30 % entre los adolescentes en los últimos diez años.
Según ha considerado, a menor percepción del riesgo y menor precio de la droga -en España los precios del hachís y la marihuana son "bastante bajos" en relación a otros países- se da un mayor consumo.
Respecto a los clubes cannábicos, ha señalado que la manera en la que se quiere proceder en torno a ellos "no cumple" con las características atribuidas al "consumo compartido" por el Tribunal Supremo, que considera que es aquel que afecta a cantidades de droga "insignificantes" y es practicado de manera esporádica e "inmediata" por un pequeño grupo de drogodependientes en un lugar cerrado, según ha explicado.
También ha puesto de manifiesto que la legislación española regula el consumo de cualquier estupefaciente con fines terapéuticos, el cual debe tener "prescripción médica" y ser adquirido en farmacia.
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