| SUR.ES/
Hace unas semanas abrió la polémica al hablar de la posibilidad de que el Ejecutivo sancione a los padres cuyos hijos tengan comas etílicos repetidos. Ayer, después de haber recibido las críticas de varias asociaciones de progenitores, el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, confirmó en Málaga que en el marco de una nueva ley para la protección de los menores en relación al consumo de alcohol se están estudiando posibles medidas para los casos en los que se detecte que hay una dejación de la tutela en este sentido, pero aseguró que todavía no hay nada decidido al respecto. «No tenemos prisa, queremos hacer las cosas bien», señaló tras participar en un seminario sobre mujeres y drogas organizado por el Ministerio de Sanidad.
-El anuncio que hizo hace unas semanas sobre la posibilidad de que el Ejecutivo multe a los padres de jóvenes que sufran comas etílicos repetidas veces ha abierto un debate...
-No he dicho eso, aunque sé que eso es lo que ha trascendido a los medios de comunicación. Lo que dijimos es que en determinadas circunstancias muy extremas en las que se detecta que puede haber una negligencia por parte de los padres habría que plantearse si esos progenitores no deben recibir algún tipo de reproche social. Esas fueron mis palabras. Luego eso se ha interpretado en términos de multas.
-¿Pero a qué se refiere con reproche social?
-Puede significar muchas cosas. Estamos estudiando qué alternativas podemos implementar desde el punto de vista de disminuir el consumo de alcohol por parte de los menores. Hay situaciones muy esporádicas pero ciertas en las cuales se puede suponer que hay una dejación de la tutela por parte de los padres y en ese sentido, dentro de la ley que estamos preparando para la protección de los menores en relación al consumo de alcohol, estamos estudiando qué tipos de medidas se deberían adoptar cuando se verifique que hay una situación de este tipo, pero no hemos tomado ninguna determinación.
-¿Considera que hay demasiada tolerancia hacia el consumo de alcohol de los menores?
-Sin ninguna duda. No podemos decir otra cosa cuando a los 18 años el 75% de los menores ya ha consumido alcohol alguna vez en la vida. Esta sociedad es enormemente tolerante en relación a lo significa el consumo de alcohol por menores a todos los niveles. La sociedad no ha cobrado todavía conciencia cierta del problema al que nos enfrentamos. En los últimos 30 días, el 66% ha consumido alcohol; por tanto no es una cosa esporádica, sino continuada. De esos que han consumido alcohol en el último mes, al menos la mitad se han emborrachado por lo menos una vez. Es decir, un tercio de nuestros adolescentes entre 14 y 18 años se emborrachan al menos una vez al mes.
-¿Al hablar de esta tolerancia también se refiere a los padres?
-A todos.
-¿Con la crisis ha cambiado el perfil del drogodependiente?
-No estamos observando cambios en esa perspectiva porque de hecho los consumos van para abajo, no para arriba, y una de las variables que supone un factor de riesgo añadido para el consumo de sustancias es tener más dinero para comprarlas, y por tanto tener menos dinero es casi un factor de protección. Pero a pesar de ello sí estamos notando un incremento en la asistencia, más bien motivado porque personas que no consideraban tener un problema porque se podían permitir el gasto que les acarrea comprar las drogas, ahora tienen más dificultades para hacerlo y eso les incita a pedir tratamiento. No es que haya más consumo, más bien al contrario, pero sí es cierto que está aumentando la demanda asistencial.
-Y el tipo de droga consumida, ¿ha variado?
-Ha cambiado a lo largo de los últimos años, pero no de manera reciente. Evidentemente, después de la epidemia de la heroína hace 25 ó 30 años se pasó a un patrón de consumo hace diez en el que era mucho más frecuente la cocaína que la heroína; hoy, con las sustancias con las que más problemas tenemos por la cantidad de personas que las consumen son el alcohol, por un lado, y el cannabis. También son más frecuentes lo que llamamos nosotros los patrones de policonsumo; es decir, que no sea una única sustancia la que consume la persona, sino que puedan ser varias simultáneamente. Un ejemplo muy típico es el de alcohol, tabaco y cannabis, por poner un ejemplo.
-¿Los recortes han afectado a las campañas de prevención?
-Desde el Plan Nacional siempre hemos financiado las campañas a través de subvenciones y en este sentido no han disminuido. Evidentemente sí que nos hemos propuesto, por una razón de austeridad y de eficiencia, ir cada vez más a la selección de las mejores prácticas para generalizarlas en todo el Estado sin necesidad de estar inventando cada vez un programa nuevo en un sitio distinto.
-En Málaga, Proyecto Hombre ha denunciado que la desaparición de ayudas institucionales pone en peligro la viabilidad de algunos programas. ¿Se está poniendo en riesgo la atención a estas personas?
-Lo que le puedo decir es que el dinero que ha recibido Proyecto Hombre a nivel estatal el año pasado desde el Plan Nacional sobre Drogas ha sido el mismo que había recibido el año anterior. No ha habido por nuestra parte ningún recorte. Otra cosa es la gestión desde el punto de vista de las competencias que tienen asumidas las comunidades autónomas y yo en ese marco ignoro si Proyecto Hombre en Andalucía está recibiendo más o menos de la Junta de lo que venía recibiendo
|
