El alcohol y el tabaco se sitúan entre las sustancias donde el inicio del consumo es más precoz, en torno a los 14 años. Son las catalogadas como drogas legales y están ampliamente aceptadas por la sociedad, pero detrás de ellas encontramos el cannabis y otras drogas como la cocaína que aunque no son legales, también son consumidas por algunos menores de edad.
Durante años, la intervención terapéutica ha sido el objetivo prioritario en la lucha contra las drogas. Sin embargo, en la última década se ha comprobado que es más eficaz, e incluso más rentable, prevenir para que el problema no se llegue a producir que intervenir una vez que el problema ya está presente. Por este motivo, tanto las administraciones públicas como entidades y asociaciones de carácter privado, están destinando esfuerzos y presupuestos al diseño y al desarrollo de programas de prevención. Pero no es suficiente.
Por eso, desde la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción han iniciado una campaña para que se aumente la financiación en la prevención del consumo de drogas. La base primordial es la educación, y es tarea de la sociedad en su conjunto conseguirlo. Solo con el aumento de la financiación conseguiremos que los programas de prevención y educación sean más eficaces y completos, reduciendo así el consumo de drogas en nuestro país.
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