Fuente ABC.es
Cuenta Ignacio Calderón, director general de la Fundación de Ayuda contra
la Drogadicción (FAD), que cuando la Reina Sofía vio por primera vez aquel
anuncio contra la cocaína en la que al consumidor le entraba por la nariz un
gusano, confesó que le causó un impacto enorme.
«En ese momento, en el que los niveles de consumo en España eran tan
altos, teníamos que generar un impacto visual potente, pero ahora, el
fenómeno del consumo ha cambiado y la percepción social también, por
eso nos hemos adaptado centrándonos, no en la sustancia sino en la
persona», explicó este jueves en una rueda de prensa. Por eso, asegura
Calderón, la campaña representa un antes y un después en las propuestas
que viene haciendo la FAD.
Esta vez parten de algo tan sencillo como un color: se les propone a los
jóvenes que utilicen el «verde constancia» en lugar del «verde esperanza».
Para hacer hincapié en estos valores han recurrido a datos del Centro Reina
Sofía sobre Adolescencia y Juventud que asegura que más del 60% de los
jóvenes de 14 a 25 años consideran que lo más importante para su futuro es
«esforzarse».
A juicio de Calderón, esto se debe a que el consumo ha pasado por varias
etapas: «Las drogas han estado siempre ahí, pero de diferentes formas.
Vivimos una explosión económica que asoció el consumo con el lujo y el
"todo vale". Luego, la crisis partió a la sociedad y estas sustancias se
presentaron de otra forma: la gente joven se sentía vulnerable, estaba
desempleada y, de alguna manera, sentían que los adultos no habían
cumplido con ellos. Ahora, son ellos lo que asumen su papel y toman sus
decisiones. El tiempo de la prohibición ha pasado».
En este sentido, la idea del «verde constancia» los invita a ser
independientes, a construir su futuro y a alejarse del presentismo y el
hedonismo para adoptar otra postura: «vencer la resignación ante el futuro en
pos de sembrar en nuestros jóvenes la semilla del optimismo y el afán de
superación».
Respecto al descenso o estabilización en el consumo de drogas en España,
de acuerdo a la última encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España
(EDADES), Calderón ha señalado que se pone de manifiesto el esfuerzo de la
sociedad, pero que aún así, el «problema está en los menores, pero no solo
en el cannabis (los jóvenes de 15 a 17 años duplican el consumo frente a los
mayores de 35), sino también en el alcohol, que ha emergido como el gran
problema. Un total de 18 millones de españoles han bedido en el últimos mes,
pero 1.500.000 son jóvenes y 480.000 se han emborrachado. Nos referimos a
menores, es decir, que están por debajo de los 18 años. Y son cifras brutales.
El mensaje de que el consumo baja o se ha estabilizado olvida que las
cifras están ahí y que sigue siendo una gran responsabilidad social para
autoridades y adultos».
La encuesta también alude a un consumo de cocaína del 2% en la población
de 15 a 64 años. «Parece poco, lo banalizamos, pero son 600.000 personas
con nombres y apellidos y eso es algo serio», apuntó Calderón.
En cuanto a la legalización del cannabis para uso terapéutico, Calderón señaló
la importancia de distinguir entre regulación y legalización. «En España se
está planteando la regularización y si alude a la necesidad farmacológica o a
la oportunidad que el cannabis tiene para determindas enfermedades,
es una cuestión y habrá en ese sentido muchas instituciones, incluida esta,
que ante una enfermedad opinan que el sistema médico es el que decide. Hay
un médico que receta y yo no me puedo permitir opinar sobre eso».
Pero lo que arrastra este tema es el uso lúdico, «que plantea el ¿por qué no?
Pero son temas sensiblemente distintos», concluyó Calderón.
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