| Fuente: Aragondigital
Unas 200 personas forman parte de alguno de los 22 grupos de Alcohólicos Anónimos en Aragón, una alternativa para superar la adicción al alcohol basada en la experiencia y esperanza de sus miembros. Otra opción es el Centro de Solidaridad de Zaragoza que en 2015 atendió a un 19% más de personas con problemas con el alcohol que en 2014.
Zaragoza.- Experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común. Son las tres claves y parte del enunciado de la comunidad Alcohólicos Anónimos que sólo en Aragón cuenta con alrededor de 200 miembros repartidos en 22 grupos. En todo el mundo, la comunidad funciona a través de más de 100.000 grupos locales en unos 150 países.
En Zaragoza capital y provincia hay catorce grupos de Alcohólicos Anónimos; en Huesca y su provincia, 3, y en Teruel y su provincia, cinco. El único requisito para ser miembro es "el deseo de dejar la bebida" y es que "no se pagan honorarios ni cuotas", reza el enunciado de esta comunidad.
El anonimato de quienes acuden a pedir ayuda es la principal seña de identidad de esta comunidad. Así, cuando una persona llama a su puerta se le ofrece "la propia experiencia" del resto de miembros. "Le contamos cómo llegamos un día, qué hicimos y cómo estamos ahora", explica Javier Pasamar, vocal de información pública del Área 5 (Aragón) de Alcohólicos Anónimos.
Un método que siguen desde hace 81 años cuando nació Alcohólicos Anónimos. Fue en Akron, Estados Unidos, en 1935 cuando un hombre de negocios neoyorkonino que había logrado permanecer sin beber por primera vez tras haberlo intentado en varias ocasiones buscó a otro alcohólico para compartir con él sus experiencias. Se puso así en contacto con un doctor y, trabajando juntos, descubrieron que "su capacidad para permanecer sobrios estaba muy relacionada con la ayuda y estímulo que ellos pudieran dar a otros alcohólicos", recoge la web de Alcohólicos Anónimos.
La celebración de este 81 cumpleaños se llevará a cabo en Zaragoza, según explica Pasamar, el próximo 10 de junio, aunque
todavía está por concretar los actos que se realizarán. Alcohólicos Anónimos tiene su sede en la capital aragonesa en la plaza Añón.
Las personas que acuden a Alcohólicos Anónimos en Aragón no responden a un perfil o clase social determinados. "El ámbito social es muy diverso, aquí vienen desde peones de albañil a ingenieros", señala Pasamar, quien puntualiza que "el alcoholismo no entiende de ricos y pobres".
También son muy diversos los problemas que se hallan detrás de las personas que acuden a Alcohólicos Anónimos. "Cada alcohólico es un mundo, aunque normalmente presentan problemas económicos, de trabajo...", explica Pasamar, quien considera que los alcohólicos son "muy sentimentales" y llevan los problemas "a flor de piel".
Asimismo, Pasamar asegura que la crisis "no tiene mucho que ver" con el aumento o no de las personas que acuden a Alcohólicos Anónimos. Más bien considera que las peticiones de ayuda se incrementan en determinadas fechas. "Después del Pilar, por ejemplo, tenemos un mayor volumen de llamadas de gente que se da cuenta del problema. También tras las navidades", explica Pasamar.
En primera persona
El caso de Javier Pasamar sirve de ejemplo para ilustrar la realidad de quienes acuden a Alcohólicos Anónimos. Tiene ahora 55 años y llegó a esta asociación con 39… "Llevo 19 años sin probar una gota de alcohol, aunque he tenido mis tentaciones en alguna ocasión", explica.
En su caso, fue su esposa quien le ayudó a dar el primer paso: pedir ayuda. "Algo que para un alcohólico en activo es muy difícil", matiza. Pasamar recuerda cuál fue su "sorpresa" cuando llegó a Alcohólicos Anónimos y vio "cómo un grupo de personas te abren los brazos, te cuentan su experiencia y ves un cariño que emana de algún lado sin saber muy bien de dónde viene".
Pasamar recuerda que estuvo "a punto de perder muchísimas cosas", pero "afortunadamente", reconoce, se dio cuenta de que "tenía una adicción y una enfermedad". "Para nosotros, digerir una cerveza o una copa de vino es empezar a beber y no saber parar", añade.
Desde su experiencia, Pasamar lanza un mensaje de ánimo a las personas que puedan estar viviendo una situación similar y asegura "que hay solución". "Sabemos que no es fácil, pero se puede ser feliz sin beber", añade.
Alcohólicos Anónimos se erige como una puerta de salida a los problemas con el alcohol. Más aún cuando su consumo ha aumentado en la sociedad. Así lo revelan los datos del Centro de Solidaridad de Zaragoza (CSZ) que en 2015 atendieron en sus programas de ayuda un 19% más de personas con problemas con el alcohol que el año anterior. Una situación que se ha convertido en una constante en los últimos años, según el director de la Fundación CSZ, Jesús Sánchez Felipe: "Tardan mucho en ponerse en tratamiento, pero lo positivo es que son conscientes de que lo necesitan".
En Proyecto Hombre, uno de los programas con los que cuenta el centro, el alcohol es la sustancia más consumida, seguido de la cocaína y la heroína. Sánchez ha incidido en que "beber cinco copas en un periodo de tiempo de dos horas es una conducta de riesgo muy importante". Esto es algo que, ha lamentado, se ha convertido en una costumbre para muchos jóvenes porque "el patrón de los bebedores" ha cambiado en los últimos años.
En 2015, el Centro de Solidaridad de Zaragoza realizó un total de 2.164 atenciones entre usuarios y familias en los diferentes programas de la Fundación, lo que supone un aumento del 6% respecto al año anterior. Las personas atendidas fueron 1.363 en total.
En concreto, en el Programa de Alcohol requirieron sus servicios un total de 65 mujeres, un 8% más que en 2014. A este respecto, Sánchez asegura que "las mujeres se abren más y comparten más con experiencias cuando están ellas solas".
Alcohólicos Anónimos o el Centro de Solidaridad de Zaragoza son solo dos ejemplos de entidades que abren sus puertas a la lucha contra el alcohol a quienes dan el paso –lo más difícil- de reconocer que tienen un problema con la bebida.
|
