Fuente: elpais.com
La Fiscalía de Seguridad Vial tiene un objetivo: reducir sustancialmente las drogas en la carretera. Su responsable, Bartolomé Vargas, asegura que tras muchos logros en el ámbito del tráfico, este tiene que ser el siguiente. Sabe que los pasos para conseguirlo son muchos, pero entre los que dependen de su departamento, estudia establecer unos baremos que establezcan el límite en el que la presencia de drogas en el organismo cuando se va al volante pueda considerarse delito, como sucede con el alcohol.
En España no existe estas tasas. El positivo implica sanción administrativa y el negativo no. Pero no hay escalas, como ya sucede, por ejemplo, en Alemania, donde la jurisprudencia ha establecido unos márgenes tras los que la presencia de estupefacientes se considera delito. En España esto depende de la observación de los agentes policiales.
La Fiscalía, con el grupo científico que la asesora, maneja un borrador para caminar en esta línea. Se trataría, según Vargas, de unos límites "muy garantistas", conocidos como de evidencia, por encima de los cuales se podría establecer sin lugar a dudas que el conductor no está en condiciones para conducir y supone un peligro que castigar por la vía penal. Estarían por encima de lo que establece la jurisprudencia alemana. Aunque son cifras provisionales, mientras que en el país germano para la cocaína el delito sería superar 75 nanogramos por mililitro de sustancia, el borrador de la FiscalÌa lo sube hasta 90. Esta cifra baja a 50 con las anfetaminas y a 25 con el THC.
La idea sería que los fiscales delegados de Seguridad Vial comiencen a pedir penas para sentar también una jurisprudencia en España. Si se consigue esto se daría respuesta eficaz a una pregunta que hoy no tiene una contestación tan clara: ¿cuándo se va a juicio en un caso de positivo por droga?
"También queremos seguir valorando los signos externos que tiene el conductor. Y en principio, contar con los peritos de los laboratorios que analizan las muestras en todos los juicios para que haya suficientes garantÌas y se consolide esta práctica", asegura Vargas.
En opinión del fiscal, en asuntos de drogas en la carretera "todavía queda casi todo por hacer". Los datos del Instituto Nacional de Toxicología, de 2010, muestran que el 42,4% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico dio positivo por alcohol o drogas. El 73% consumió alcohol, un 29% drogas ilegales, y un 20%, psicotrópicos. Pero Vargas cree que hay una lista negra, de datos que no se conocen porque no se han hecho pruebas, de accidentes causados por culpa de las drogas. "Hay veces, cuando estudias los casos, que no le puedes dar otra explicación". Pone como ejemplo un estudio de la Universidad de Granada que estableció que la mitad de los accidentados con traumatismos (no necesariamente por accidente de tráfico) habían consumido drogas o alcohol.
La FiscalÌa lleva desde 2007 advirtiendo en sus memorias de la peligrosidad de las sustancias estupefacientes en la carretera y gracias a sus recomendaciones se modificó la Ley de Enjuiciamiento Criminal en 2010 para establecer unas pautas que seguir en los controles de drogas. Se establece, por ejemplo, que la negativa sea considerada delito, algo que hasta entonces no sucedÌa.
"Los conductores tienen que darse cuenta de que, aunque crean que están perfectamente capacitados para conducir, ya sea por la relajación de sustancias como la marihuana o la excitación de otras como la cocaína, algo tan simple como unas luces largas pueden deslumbrarle completamente y tener un accidente mortal", concluye Vargas